domingo, 16 de enero de 2011

Vacío (Parte 2)


Que asco, joder. Me estoy comiendo las tripas de este pobre diablo. Por lo menos el no es uno de nosotros. Es repugnante, y aun así, me encanta. En el fondo de mi cerebro hay algo que no puedo controlar y que parece que disfruta con esto. Mierda, soy definitivamente soy uno de ellos. No tiene vuelta de hoja. O estoy así hasta el fin de los días, o con suerte, alguien me revienta el cerebro. Y por fin tendré paz. Parece que ya empieza otra vez este instinto. Vuelvo a ponerme en movimiento, vuelvo a oler carne, esta vez parece fresca. Dios, esto si que me excita. Me doy asco. Espera, un momento, ¿eso que he escuchado eran disparos? Ya los puedo ver, son 3, y por lo que veo, los disparos los están realizando ellos. Que me den, que me revienten los sesos, solo pido eso.

Desde aquí pude ver como mi compañero, con una total sangre fría, le ponía el cañón de la pistola a uno de esos asquerosos. Y apretó el gatillo. El olor a pólvora se mezclo con el de carne quemada y sangre, todo ello adornado con una bonita explosión craneal. Y por un instante, pareció que el puto cabrón, con una sonrisa, por fin tenia paz.

1 comentario: