lunes, 31 de enero de 2011

Uno


Son las 22.35 de la noche. Ya no tengo ganas de seguir fingiendo. Solo quiero dejar de ser la mínima expresión de una cantidad. Uno. Eres como una jodida herida. Si te toco se que me va a doler, pero no puedo evitar tocarte, una y otra vez. Y me gusta, me gusta mucho. Pero odio que me guste, por que eso me impide desatarme de ti, de tu recuerdo, de tu persona. Solo quiero ver al cielo quemarse rápidamente, una combustión instantánea. Que mi vida deje de ser como una partida de poker, en la cual solo puedo tener una cara, dando igual lo que piense o sienta, por que los demás se enterarían. Y no quiero compasión. Solo quiero un beso. Y no un beso de Judas, uno verdadero. No quiero mirar al espejo y ver solo un reflejo. No quiero que mi días sean copias del anterior. Pero no puedo cambiarlo. Nunca he podido, y no se si podre. Y tengo miedo de no poder hacerlo, de que todo termine como empezó. Tengo miedo de mi mismo, de ser lo más parecido a la persona ya no quiero que este cerca de mi. Y me estoy convirtiendo en ello. Siempre me suelo jurar que voy a cambiar. Pero ya he intentado cambiar muchas veces y no lo he conseguido. No soy capaz. Y no quiero estar solo. Lo odio, y aunque la quiera, todo es siempre cosa de dos.

domingo, 16 de enero de 2011

Vacío (Parte 2)


Que asco, joder. Me estoy comiendo las tripas de este pobre diablo. Por lo menos el no es uno de nosotros. Es repugnante, y aun así, me encanta. En el fondo de mi cerebro hay algo que no puedo controlar y que parece que disfruta con esto. Mierda, soy definitivamente soy uno de ellos. No tiene vuelta de hoja. O estoy así hasta el fin de los días, o con suerte, alguien me revienta el cerebro. Y por fin tendré paz. Parece que ya empieza otra vez este instinto. Vuelvo a ponerme en movimiento, vuelvo a oler carne, esta vez parece fresca. Dios, esto si que me excita. Me doy asco. Espera, un momento, ¿eso que he escuchado eran disparos? Ya los puedo ver, son 3, y por lo que veo, los disparos los están realizando ellos. Que me den, que me revienten los sesos, solo pido eso.

Desde aquí pude ver como mi compañero, con una total sangre fría, le ponía el cañón de la pistola a uno de esos asquerosos. Y apretó el gatillo. El olor a pólvora se mezclo con el de carne quemada y sangre, todo ello adornado con una bonita explosión craneal. Y por un instante, pareció que el puto cabrón, con una sonrisa, por fin tenia paz.

miércoles, 12 de enero de 2011

Vacío (Parte 1)


Algo no marcha bien, lo noto. No puedo controlar mi cuerpo. ¿Pero que cojones? No lo entiendo. Solo recuerdo dolor, mucho dolor, y puedo ver que tengo una mordedura en la mano. Pero no puedo hacer nada más. No controlo mis movimientos, y aunque pienso las cosas, el cuerpo no reacciona. Va por libre. Estoy rodeado de más personas, y todas parecen estar en la misma situación que yo. En el fondo de las pupilas vacías puedo ver una pizca de duda. O me lo quiero imaginar. Nada, no puedo, le pido a mi cuerpo que pare, pero el sigue moviéndose. Esto es como una puta cárcel en mi propia mente. Ojala sea una pesadilla. Que demonios. Una pesadilla no es tan real. Parece que estoy buscando algo, algo que dentro de mi hace gritar a mis instintos. No me gusta.

Llevo mucho tiempo andando. Siguiendo a algo, algo que me apasiona. Y no se que coño es. Pero tengo hambre, y mucha. Quiero gritar, dar la vuelta, correr en dirección contraria. Pero no puedo. Parece que de momento me tengo que resignar. No puedo hacer nada mas. Cada vez estoy mas excitado. Ojala no sea lo que pienso. Joder, no puedo ser uno de ellos. No. Por favor, no. Lo huelo. Me siento igual que cuanto estaba empalmado. Y puedo ver el cadáver de alguien en el suelo. Por mucho que le digo a mi cerebro, no, no vayas, el se acerca cada vez mas, y cada vez estoy mas excitado.

martes, 11 de enero de 2011

Ya no soy el de ayer


Ya no soy quien era antes. Ya no soy el de hace un año. Ya no soy el de ayer. Día tras día, muero y renazco, siendo una persona diferente. Algunas veces loco, algunas alegre, muchas triste y negativo. Pero siempre alguien nuevo. Mi vida es como un cubo de Rubbik de 6x6, difícil y complicada, puede sonar amargo y pesimista, pero es la simple y pura verdad. Una verdad que sabe a chupito de JB. Por eso sonrío sin sonreír, y cuando tengo que llorar, no lloro. Todo esto me hace cambiar. De un año a esta parte, he cambiado. Mucho. Física y psicológicamente. Tanto que me miro al espejo y no me termino de reconocer. He llenado mi cuerpo de diversas cicatrices, algunos tatuajes y muchos años. Demasiados. Todo ello en un año. En solo un puto año.